237º aniversario del natalicio del sabio Dr. José María Vargas

El 10 de marzo de 1786 nace en La Guaira el Dr. José María Vargas. Médico cirujano, académico, científico, botánico, sabio, Prócer Civil de la Independencia, Rector de la Universidad de Caracas y Presidente de la República entre los años 1835-1836. En el año 1842 integró la comisión que se encargó de la repatriación de los restos mortales del Libertador Simón Bolívar, desde Santa Marta. El Dr. Vargas fue el responsable de la conservación de tan valiosas reliquias, junto al Dr. Alejandro Próspero Reverend, practicó la exhumación de los restos, procedió a limpiarlos, y después de ensamblar la osamenta, la depositó en una urna de plomo completamente sellada para garantizar su conservación en el tiempo.

 

Realizó sus estudios en la Real y Pontificia Universidad de Caracas, donde obtuvo el título de bachiller en filosofía el 11 de julio de 1803. Cinco años después se gradúa como doctor en medicina. Cuando se inició la Guerra de Independencia, estaba ejerciendo su profesión en la Provincia de Cumaná, ahí se incorporó a la legislatura de esa provincia. Cuando cayó la República en el año 1812 fue sometido a prisión en las bóvedas de La Guaira. Fue liberado después del triunfo de la Campaña Admirable en 1813, y decidió viajar a Edimburgo para completar su formación como médico en las áreas de anatomía, cirugía, química y botánica.

 

Su contribución en la materialización de la República

 

Al terminar sus estudios en el exterior, decide regresar a Venezuela en el año 1825, y se incorpora a la Universidad de Caracas para dictar la cátedra de anatomía. Cuando el Libertador dicta los estatutos republicanos de la Universidad en 1827, después de esta reforma, el Dr. Vargas fue electo como Rector, convirtiéndose en el primer médico que ejerce ese cargo. Como ciudadano eminente y progresista participa en el fomento de las ciencias y la economía.

 

Funda ese mismo año la Sociedad Médica de Caracas, iniciando de esta forma, las reuniones del gremio científico en el país. En 1829 se crea Sociedad Económica de Amigos del País, por su destacada labor, Vargas fue nombrado su primer director. Desde este ente, dedicó su labor al fomento de la agricultura, industria, comercio, y la instrucción pública; aspectos fundamentales que eran necesarios para cimentar las bases materiales, que necesitaba el país después de terminada la Guerra de Independencia.

 

Diputado en 1830

 

Asiste como diputado al Congreso Constituyente que se reunió en Valencia en 1830 para separar a Venezuela de la República de Colombia, y redactar la Constitución Nacional que restablece la República de Venezuela. En las sesiones parlamentarias donde se atacó la figura de Bolívar, salvó su voto, absteniéndose de formar parte de la campaña de descrédito contra la figura del Libertador. El mismo Bolívar en su lecho de muerte, lo designó como su albacea testamentario, tarea que cumple a cabalidad junto con los otros tres personajes designados al efecto.

 

El único sabio que ha ejercido la Presidencia de la República

 

Su fama de sabio forjada en el trabajo científico del joven país, el trabajo realizado al frente de la Sociedad Económica de Amigos del País, y su ejercicio como Rector de la Universidad de Caracas, le ganaron un prestigio eminente en los diferentes estamentos de las instituciones del país. Esto alentó a un sector a postularlo como candidato presidencial en las elecciones del año 1834; resultando electo para ejercer el cargo de Presidente de la República para el período 1835-1839.

 

La elección de un presidente no militar generó un cisma en las instituciones. Los jefes militares surgidos de la Guerra de Independencia, se encontraban activos en el mando militar de las guarniciones de la República, y estaban en el ejercicio de sus plenos derechos políticos. Con el gobierno del general José Antonio Páez, los jefes militares concibieron el ejercicio del poder, como derecho exclusivo del estamento militar, por haber dirigido la guerra.

 

La ruptura de las instituciones por el caudillismo militar

 

Las corporaciones que establecieron las instituciones republicanas motivaron la candidatura del Dr. Vargas, empleando su prestigio y figura, como un recurso válido para afianzar el poder civil de las instituciones republicanas, sobre las ambiciones del estamento militar. Vargas quería dedicarse a su magisterio y a la ciencia y no tenía ambiciones políticas. Sin embargo aceptó el compromiso que su tiempo histórico le obligó a asumir.

 

El 8 de julio de 1835, ocho meses después de asumir el cargo de Presidente, se produjo el golpe de estado que lo derrocó. Este movimiento cuartelario que inaugura el funesto ciclo de las guerras civiles y el caudillismo militar, se conoce en la historia como la Revolución de las Reformas.

 

El Batallón Anzoátegui, heredero de antiguas glorias, fue la unidad del ejército que ejecutó el golpe. El encargado de capturar al Presidente en su residencia, fue el capitán Pedro Carujo, el mismo asesino conjurado que ejecutó el atentado contra la vida de Bolívar en 1828 en Bogotá. En esa oportunidad, Carujo iba acompañado de otro tristemente célebre oscuro personaje, el capitán Julián Castro, protagonista 23 años más tarde, del inicio de la guerra civil que después se conoció como Guerra Federal.

 

Choque entre civilización y barbarie

 

Nuestra historia recopila el episodio del arresto del Dr. Vargas, como un choque entre civilización y barbarie. Carujo amenazando con una pistola y queriendo amarrar al presidente le grita en la cara: “el mundo es de los valientes”; Vargas le responde con firmeza: “No, el mundo es del hombre justo; es el hombre de bien, y no el valiente, el que siempre ha vivido y vivirá feliz sobre la tierra y seguro sobre su conciencia”.

 

A pesar de estar sometido por un conocido asesino, Vargas se mantuvo sereno, y no permitió ser objeto de ningún ultraje. Mientras preparaba su equipaje, logró redactar un oficio nombrando al general José Antonio Páez como jefe del ejército, para restablecer el orden constitucional. Este documento llegó a su destinatario. El general Páez se puso en campaña y logró derrotar militarmente la conjura. Posteriormente se logró el retorno al país del Dr. Vargas, quien ejerció su cargo hasta el mes de abril del año 1836.

 

Decepcionado decide renunciar a la Presidencia de la República de forma irrevocable. Hasta el momento de su deceso se alejó de la actividad política, dedicándose exclusivamente a la ciencia, la educación y el ejercicio de la medicina. Sus restos fueron inhumados en el Panteón Nacional el 27 de abril de 1877.

 

 

Autor de la investigación:

RICARDO ANTEQUERA RAMOS

Licenciado en Historia de la Universidad Central de Venezuela, graduado el 8 de diciembre del año 2000. Investigador en Historia de la Guerra siglo XIX. Especialista en armas de ese período. Museógrafo y Curador de varias exposiciones en nuestra institución. Con estudios de Maestría en Historia Militar, en la UMBV, IAESEN. Catalogador de militaría del siglo XIX venezolano.

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