Guerra Federal | guerra de movimientos

El 20 de febrero de 1859 el comandante Tirso Salavarría toma la guarnición militar de Coro y proclama la Federación. Dos días más tarde el general Ezequiel Zamora, exiliado en Curazao, desembarca en Coro para ponerse al frente de la lucha como Jefe de Operaciones del Ejército Federal de Occidente. En su proclama que firma el 22 de febrero, presenta el Programa Político de la Federación: libertad de prensa, abolición de la pena de muerte por delitos políticos, prohibición perpetua de la esclavitud, inviolabilidad del correo, y pleno ejercicio de la democracia a través del sufragio universal. El general Zamora fue uno de los protagonistas de la Rebelión Campesina de 1846, y 13 años más tarde, vuelve a ser el líder de una guerra social que ya era inevitable.

La Federación fue el nombre que los seguidores del Partido Liberal le dieron a la guerra civil, que inició su escalada en marzo de 1858 con el derrocamiento del general José Tadeo Monagas de la Presidencia de la República. La Revolución del 5 de Marzo de 1858, produjo la restauración de los conservadores, sector político formado bajo la égida del general José Antonio Páez, quienes con la consigna de ‘’Unión de los partidos y olvido de lo pasado’’, lograron el apoyo de algunos sectores del Partido Liberal, para derrocar al presidente Monagas. Sin embargo, después de asumir el poder, los conservadores comenzaron a desatar una serie de persecuciones sometiendo a prisión a los liberales. Los que no fueron arrestados se exiliaron en el Caribe para escapar de la persecución, los que pudieron levantar partidas armadas, iniciaron una guerra civil que a partir del 20 de febrero del año siguiente levantó la bandera de la Federación, para oponerse a la Constitución Nacional redactada en Valencia, que tenía un carácter centralista, en la organización administrativa del Estado.

Los primeros teatros de operaciones fueron protagonizados por los sectores campesinos de los Valles del Tuy, la Sierra de Aragua y Carabobo, y los llanos de Barinas y Portuguesa, donde se hicieron célebremente conocidos, una peculiar partida de guerrilleros armados que se conocieron como los Indios Guanarito, al mando del sanguinario caudillo liberal Martin Espinoza. Al arribar al país el general Zamora, todas las partidas de occidente lo reconocieron como jefe.

La opinión en el Partido Liberal estaba dividida en dos sectores. Uno protagonizado por campesinos y jornaleros sin tierras, que toman las armas por sus reivindicaciones, dirigidos por el general Zamora en una exitosa campaña que duró 11 meses. El otro sector encarnado por una oligarquía liberal, con sus esperanzas puestas en la negociación política para evitar la guerra, deciden combatir para reconquistar el poder, pero sin hacer la revolución; esta facción estaba representada por el general Juan Crisóstomo Falcón, designado como “Presidente de la Federación en campaña”.

Los líderes de ambos partidos padecían de “miopía política” y se negaban a superar la realidad que sufría el pueblo llano. Por lo tanto la guerra era social, el odio y la desigualdad la hicieron inevitable.

El general Zamora asumiendo la conducción de la guerra, dejó la demagogia a los políticos y junto a las masas populares emprendió un plan que progresivamente iba poniendo en práctica. La fórmula que empleó fue convocar asambleas de ciudadanos para elegir autoridades, de modo que la Provincia de Coro fue reorganizada con la forma revolucionaria de Estado Federal de Coro, con un Presidente electo por los ciudadanos, y un jefe de guarnición militar nombrado por Zamora. De esta forma el Ejército Federal pudo articular un método que permitió ganar la opinión política, garantizar la leva en masa de hombres, la importación de armas de las islas del Caribe, para iniciar la marcha al interior del país. Está fórmula la empleó Zamora en todos los territorios por donde avanzaba su ejército: Coro, Yaracuy, Barquisimeto, Portuguesa, y Barinas.

En el oriente del país también se levantó un Ejército Federal liderado por el impertérrito guerrero de la Independencia, el general Juan Antonio Sotillo, quien junto a sus hijos sostuvo la guerra hasta su final en el año de 1863, siendo protagonista de la guerra a muerte que practicaron los jefes militares del gobierno central contra los insurgentes.

La Guerra Federal fue una guerra de movimientos donde prevaleció la guerra de guerrilla como táctica de combate. Tuvo como teatro de operaciones zonas focalizadas de los llanos de Barinas, Portuguesa, Apure, Guárico, Barcelona, y la región de Barquisimeto y Yaracuy cercanas a los puertos de Coro y Carabobo. Durante 5 años se escenificaron centenares de acciones de guerra: combates, escaramuzas, y asedios. Sin embargo, solo tuvo tres batallas formales: Santa Inés (Barinas 10-12-1859), Coplé (Guárico-Apure 17-02-1860), y Buchivacoa (Dabajuro 26 y 27-12-1862).

Después del asesinato del general Ezequiel Zamora durante la toma de San Carlos el 10 de enero de 1860, la conducción del Ejército Federal quedó en manos del general Juan Crisóstomo Falcón. Lamentablemente este jefe militar no estuvo a las alturas de las circunstancias, y del triunfo en la Batalla de Santa Inés, provocó el desastre de la Batalla de Coplé, acción que provocó la desarticulación del Ejército Federal, como cuerpo de ejército, y el exilio de Falcón y Guzmán Blanco entre los años 1860-1861.

La guerra continuó por tres años más, con el carácter de focos guerrilleros, limitando las acciones federalistas al asedio sobre los centros poblados, y las haciendas. La última batalla formal de la Guerra Federal, fue Buchivacoa, librada el 26 y 27 de diciembre de 1862, en la vía que conduce de Dabajuro a Maracaibo. En 1862 el ya general Guzmán Blanco asume como jefe de operaciones del Ejército Federal del Centro. La guerra tomó una nueva dirección culminando no con una victoria militar, sino con la tan anhelada negociación política, que le cerró la puerta a la revolución social y económica que el pueblo esperaba. El 23 de abril de 1863 se firma el Tratado de Coche, estableciendo el traspaso del poder del general José Antonio Páez al general Falcón, iniciándose el Gobierno de la Federación. Con la aprobación de la Constitución Federal en 1864, la denominación del país cambia de República de Venezuela a Estados Unidos de Venezuela.